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lunes, 24 de agosto de 2015

Ojalá no puede volar.



Ojalá pudiera volar hasta tu chimenea,
entrar por ella hasta donde tú estés.
eximirme de la costumbre
susurrándote al oído
lo que a tus ojos siempre callé.

Ojalá pudiera volar hasta tu chimenea,
entrar por ella hasta tus sueños
guiado por tu piel que lo dice todo.

Sí, déjame entrar en ellos
porque prometo escribirte
lo que despierto nunca recité.

Ojalá pudiera volar hasta tu chimenea,
hacernos el amor
mordisqueándote los pezones.
De justicia sería
dejar de escribir,
imbecilidades como ésta
que tienes aquí.

Porque ni Ojalá puede volar,
ni tú tienes chimenea
pero tienes unos ojos
que enamoran a cualquiera.